Una tonelada de consejos se encuentra disponible acerca de cada
aspecto de vender productos y servicios, y una parte de esos consejos son muy
buenos. Algunos expertos ofrecen técnicas específicas para aprovechar las
oportunidades de ventas. Otros sugieren que tiremos al cesto de los residuos
todas las técnicas de venta.
La mayoría de estos consejos sobre la venta
contiene algo de verdad; ninguno de estos consejos es totalmente verdadero o
falso. Depende de lo que funciona para usted y para su cliente. Todos nosotros
tenemos diferentes estilos de venta, y cada situación de cada cliente presenta
su propio desafío. A veces una venta se logra fácil y rápidamente. Otras veces
parece que va a demorar una eternidad conseguir una respuesta del cliente.
Sea cual fuere el consejo de ventas que
usted decida seguir (o ignorar), yo creo que hay una sola habilidad de ventas
que usted no puede dejar de lado jamás: la habilidad de cerrar la venta.
Algunas personas objetan el uso de la
palabra "cierre" cuando hablamos de la venta de servicios
profesionales. Esas personas piensan que la palabra tiene el "olor"
de la venta de autos o libros. Pero "cerrar la venta" es una buena
síntesis para significar el acuerdo que usted y el cliente alcanzan para
trabajar en conjunto.
Si usted planea su cierre como la
culminación natural del proceso de venta, la palabra no debería irritarlo.
He conocido muchos profesionales dotados de
una gran habilidad para saber exactamente cuándo y cómo cerrar la venta. Muy
habitualmente, esos profesionales consiguen los proyectos que quieren
conseguir. Es también habitual encontrar profesionales que son reacios a
intentar cerrar una venta, o se sienten tan a disgusto que sus intentos son
excesivamente tibios.
Cuando les pregunto a estos "reacios" por qué es
tan difícil para ellos obtener el compromiso del cliente, algunos expresan
dudas sobre la percepción que tiene el cliente sobre el valor y el precio del
proyecto que proponen. Otros profesionales dicen no darse cuenta cuando el
cliente está preparado para comprar. Como resultado, algunos profesionales
dejan el cierre de la venta al cliente, es decir, esperan que el cliente haga
preguntas explícitas sobre el contrato a firmar o los próximos pasos a dar.
En algunos casos, los clientes ponen en marcha el cierre.
He tenido clientes que me pidieron comenzar un proyecto más rápido de lo que yo
esperaba. Pero esperar a que sea el cliente el que cierre la venta es una
invitación a hacer fracasar el proceso de ventas, especialmente en una
situación competitiva. En lugar de poner el proceso de ventas en manos del
cliente, encuentra una manera colaborativa de conseguir el acuerdo.
No tan rápido
No estoy recomendando que trate de forzar el cierre con
técnicas ineficaces. Una de las razones por las cuales los clientes se resisten
a las técnicas de cierre tradicionales es porque no están listos para comprar.
Por lo tanto, si usted actúa demasiado pronto, usted pone en riesgo la venta y
crea un momento desagradable y evitable.
La mayoría de los clientes no le van a comprar hasta que
están claramente convencidos de que usted comprende lo que necesitan. Su
"discurso de ventas" y sus propuestas escritas pueden decir las cosas
correctas, pero aún así usted tiene que convencer al cliente.
Usted tiene que persuadir al cliente de que usted tiene la
solución correcta. Sea diligente y confirme su comprensión del cliente a medida
que el proceso de ventas avanza. No es suficiente que usted crea que tiene toda
la información necesaria; el cliente debe estar de acuerdo con usted en ello.
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Las objeciones NO son señales de compra
A medida que avance en el proceso, escuche cuidadosamente
para entender los desafíos y deseos del cliente. Algunos vendedores interpretan
las objeciones del cliente como señales de compra, y entonces van por el
cierre. Creen que las objeciones indican una percepción de la oferta favorable
por parte del cliente, por lo cual es mejor aprovechar la oportunidad
antes de que se evapore. A veces las objeciones son sólo eso, objeciones, y no
una luz verde para que usted se lance a cerrar la venta.
El cliente puede estar preocupado acerca de la forma en la
que usted enfoca el problema, o por el calendario del proyecto que usted
propone. Esos son obstáculos reales que pueden hacer caer el acuerdo.
Las
objeciones realmente le dicen que usted todavía no consiguió el acuerdo del
cliente, por lo que deberá seguir trabajando hasta que su cliente esté
preparado para comprarle.
Una vez que usted ha confirmado que el cliente cree que
usted comprende el problema y hay consenso sobre la solución, es el momento de
pedir el negocio. Llegado a este punto, el cliente espera que usted le pida que
compre, y usted se va a ver agradablemente sorprendido por su respuesta
positiva.
Basta de acosarme
En ciertos casos, su cliente puede estar de acuerdo en
seguir adelante, pero puede necesitar la aprobación de alguien más para cerrar
la transacción. Es natural estar preocupado por que el proyecto no se concrete
en el tiempo que va desde el cierre de prueba y la aprobación final.
Resista la ansiedad del seguimiento incesante. Es correcto
solicitar plazos de aprobación, pero muestre cierta auto contención. Si hay una
demora en la decisión, trate de entender cuál es la causa y ofrezca la ayuda
necesaria para mantener el proyecto en marcha.
No se sorprenda si lleva más tiempo del que usted esperaba.
Después de todo, una vez que el acuerdo es alcanzado, todos estarán ansiosos de
ponerlo en marcha. Pero es fácil creer que todo se va a resolver en forma
rápida y sencilla.
Cerrar una venta debe ser un proceso colaborativo con su
cliente. Usted y él trabajan juntos para asegurarse de entender el problema, y
que la solución que usted propone es práctica, relevante, y al precio adecuado.
Consiga eso, y usted va a dominar la habilidad de cerrar la venta.